En el camino, ensayé mi metáfora del detective.
- Es muy parecido a Sherlock Holmes, o Rockford, dependiendo de tu estilo personal, por supuesto. Lo primero es: tienes que escoger un problema.
- Como escoger un crimen en el que trabajar.
- Exacto. Salvo que a los detectives les asignan los casos. Los físicos tienen que escogerlos ellos mismos.
- ¿Hay un equivalente a la lista de los diez más buscados del FBI?
- Claro, hay problemas que todo el mundo piensa que son importantes. Pero habría que tener cuidado: mucha gente está trabajando en ellos. Es mejor encontrar un problema que sólo tu adviertas que es importante resolver, bueno, si tienes razón en que es importante.
- Y entonces buscas las pistas.
- Si, pero todo está en tu cabeza. Le das vueltas a las posibilidades, das con ideas, con pistas. Luego sigues jugando con las matemáticas. Para descubrir si tu idea tiene las consecuencias que tú pensabas o no las tiene. A menudo eso no es tan fácil, porque no sabes cómo utilizar las matemáticas. ¿Me explico?
Fragmento que puede leerse en el libro:
"El arco iris de Feynman", Leonard Mlodinow